¿Quién no se siente como en su casa cuando visita Galicia? El contraste de grises y verdes que baña sus parajes invitan a quedarse, a disfrutar de sus vistas, su gastronomía, sus valles. Esa sensación de hogar es lo que se siente al entrar en Ceibe. Un proyecto personal y profesional de emprendimiento de Lydia, antigua alumna de Dirección de Cocina de la Escuela y Xosé. Se conocieron en Casa Solla, empezaron a trabajar juntos y comenzaron a salir. Después de unos años decidieron ser libres, más abajo entenderemos la relación entre Ceibe y libertad, y lanzarse a comenzar su propio proyecto. Un restaurante que ha nacido en plena crisis del Covid-19 y que tiene mucho que aportar a la gastronomía de este país. No hemos dejado pasar la oportunidad de enviarles una entrevista. ¡Esperamos que la disfrutéis!
¿Desde cuándo empieza tu gusto por la cocina?
Siempre me ha gustado la cocina solo que nunca me atreví a dar el paso ya que estaba dedicada los 7 días de la semana al Hockey como deportista de élite, pero en 2013 decidí formarme en la Escuela Alcazaren en el Grado Medio en Cocina y Gastronomía y más tarde en el Grado Superior en Dirección de Cocina, compaginando trabajo y estudios.
Gracias a la formación recibida y a mi inquietud por seguir profundizando en la cocina, desde el 2015 he seguido creciendo profesionalmente teniendo la oportunidad de prácticas y después de trabajar en grandes casas como: Trigo, Culler de Pau, Casa Solla, Disfrutar o Lú Cocina y Alma, en muchos ellos como jefa de partida.
¿Cómo fue la génesis del proyecto CEIBE?
La idea de Ceibe surge hace dos años, cuando decidimos centrarnos en nuestro propio proyecto personal para ser completamente libres, al final Ceibe significa eso, LIBERTAD y nosotros queríamos sentirnos plenos y felices con lo que hacemos en nuestra casa sin estar sujetos a nada ni nadie haciendo en cada momento lo que nos apetece y dando al cliente la mejor versión de nosotros mismos con la mejor materia prima, desde un simple mejillón hasta un cogollo de lechuga, que para muchos no tienen valor pero para nosotros si, porque precisamente ahí radica lo bonito de la cocina, utilizar productos muy sencillos y sacar lo mejor de ellos.
¿La formación recibida os ha ayudado para lanzaros a emprender?
La parte de gestión interna es lo que nos ha resultado más fácil, una vez arrancó el proyecto, ya que hemos estado durante años gestionando equipos. Yo como jefa de Partida y Xosé como Jefe de Cocina de Casa Solla por lo que el nivel de gestión de equipo, proveedores, etc., es un camino que ya teníamos trillado.
Lo difícil es todo lo que hay antes de arrancar, la parte de gestión administrativa, plan de empresa, etc., que nadie cuenta con ella y es fundamental ya que es la base de un buen proyecto y del éxito del mismo, justo en esa parte recibimos ayuda por parte de Yolanda, profesora de la Escuela Alcazarén. También contamos con una Gestoría que iba tramitando los papeles o indicando dónde teníamos que acudir, pero al final muchas cosas teníamos que gestionarlas solos y eso lo vas aprendiendo, preguntando mucho en cada organismo, etc. Ha sido un camino bonito entre los dos y sin el apoyo mutuo hubiera sido más difícil.
Ha sido un proyecto de emprendimiento con muchos obstáculos, el primero: una pandemia mundial. ¿Cómo lo habéis afrontado?
Al principio fue duro. En febrero habíamos arrancado las obras e íbamos a velocidad crucero, sin contar con ello se paró todo. Las primeras semanas en casa fueron duras, te entra el miedo, la angustía, la ansiedad y la incertidumbre de no saber qué va a pasar, eso es lo peor. Has apostado económicamente todo lo que tenías en algo que no se sabe si va poder seguir adelante…. pero a las dos semanas decidimos hacer un trabajo mental fuerte y seguir adelante solventando todos los obstáculos que iban apareciendo de la mejor manera posible, que la verdad, han sido muchos (ríen). Esta situación nos ha ayudado a saber reaccionar más rápido ante un obstáculo, ante un problema damos inmediatamente una solución, no hay tiempo para recrearse y lamentarse, solo hay tiempo para sacar el lado positivo de las cosas y seguir luchando por sacar nuestro proyecto adelante.
¿Con qué objetivo nace CEIBE?
Ceibe es nuestro hogar. Un proyecto de vida en pareja con el único propósito de dar bien de comer con un buen producto, comprometidos con los productores locales de las diferentes zonas de Galicia y a un precio razonable.
Es un espacio en el que sentirse a gusto y poder pasarlo bien con amigos y familia alrededor de una mesa, esto es algo que siempre se ha hecho en Galicia. En esta tierra todo ocurría en torno a una buena cocina, llena de comida con productos caseros y de la huerta. Eso es lo que hacemos nosotros.
Un sueño con CEIBE
Que la gente se vaya contenta y vuelva. El hecho de poder dar de comer en tu casa a alguien y que venga porque consideran que se come bien, que el trato por parte de todo el equipo es bueno y que el restaurante es acogedor, ya es un sueño. No imaginábamos que íbamos a tener tan buena aceptación y ver que cuentas con reservas para cada día ya es un sueño, más en los tiempos que vivimos.
Decís muchas veces que CEIBE queréis que sea como un “hogar”, “abrís las puertas de vuestra casa”… esto es ¿estrategia de marketing o experiencia real del cliente?
(Ríen) Todo el mundo tiene su estrategia pero nosotros no consideramos que tengamos ninguna. Sinceramente todo el proyecto está enfocado de la manera mas humilde y con el corazón, por eso sentimos Ceibe como nuestra casa y la base de todo en nuestras vidas y eso es lo que queremos que la gente perciba y sin duda lo notan en cuanto entran. El cariño que ponemos, tanto nosotros como nuestro equipo, habla por sí solo en muchas ocasiones. Sentíamos la necesidad de volver a Ourense porque Lydia se crió entre A Illa un pueblo de Ourense, ya que su madre es de aquí, y Castilla y Xosé en Xinzo, un pueblo a 15 minutos de Ourense, por eso el hecho de volver un poco a las raíces familiares.
(Para Lydia) Aunque ya llevas algunos años fuera de la Escuela, la formación que recibiste, primero en Cocina y Gastronomía y después en Dirección de Cocina, ¿te han servido para esta nueva aventura?
Sin lugar a dudas, me ha ayudado bastante. Considero que sin una buena formación no puedes ser totalmente eficaz en lo que haces y, más aún, cuando quieres emprender. Luego tiene que haber un trabajo individual del día a día de cada uno. El sacrificio que esta profesión exige es muy alto, por eso hay que ser consciente y asegurarse que de verdad quieres dedicarte a esto.
A las nuevas generaciones les aconsejo que disfruten de su etapa en la escuela, que aprovechen cada oportunidad que se les da y si tienen la opción de presentarse a concursos, que lo hagan, porque se aprende mucho y te pueden cambiar la vida, nunca se sabe, a mí me la cambió.