Quizá no lo sabías, pero los españoles ganamos entre 2 y 3 kilos de media durante el verano, según los endocrinos.
Quizá algunos piensan que la época estival, con el calor, la actividad física, etc., es un buen momento para perder peso. Además apetece comer frutas, verduras, comidas frescas, ensaladas; pero engordar en verano se ha convertido en una realidad para la mayoría de los españoles.
Cambiar de hábitos, tener más tiempo libre, las reuniones con amigos y familiares, nos llevan a hacer algunos excesos en la comida. También el hecho de dormir algo más, levantarnos más tarde, no guardar un horario fijo, hace que comamos a deshoras y menos sano que durante el curso.
Como en la Escuela nos estamos adentrando en el mundo de la dietética con el Grado Superior en Dietética que finalmente comenzaremos en el curso 2020-2021, hemos investigado un poco y llegamos a la conclusión de que existen algunos motivos por los que nuestra dieta empeora en verano.
No queremos pasar tiempo en la cocina por el calor.
Como no queremos pasar mucho tiempo en la cocina: hornos, fuegos, etc., recurrimos a precocinados o recetas rápidas pero que tienen un alto contenido calórico.
Temporada de barbacoas
Con la llegada del buen tiempo qué mejor que una buena barbacoa con amigos al aire libre. Además de verduras o patatas en la barbacoa no puede faltar: morcilla, chorizo, bacon, pinchos. Probablemente llegan de un baño en el mar o en la piscina o de haber hecho algún tipo de ejercicio, esto supone un gasto calórico mayor de lo habitual, lo que hace que lleguemos hambrientos.
El aburrimiento, mal consejero
Los nutricionistas lo llaman «hambre emocional», a veces te aburres, no sabes qué hacer y recurres a la nevera. Ese acto de picar impulsivamente entre horas, de comer por aburrimiento, aumenta en esta época porque es cuando tenemos más tiempo libre. ¿Qué hacer para evitarlo? Lo mejor es realizar alguna actividad: ver una serie, quedar con amigos, ir a la piscina o realizar algo de deporte.
En definitiva, ahora en septiembre, con la vuelta a la rutina, al trabajo, al horario, es muy probable que se vuelvas a estabilizar tu peso, aunque siempre ayuda una alimentación sana y equilibrada, que aporte energía, pero no más de la que llegas a consumir.