El desarrollo socio- afectivo comienza en Educación Infantil, de hecho antes de nacer, los niños ya reciben muestras de afecto y participan de forma pasiva en algunas interacciones sociales.
Para abordar un tema tan complejo, como es la intervención educativa para favorecer el desarrollo afectivo, es necesario tener en cuenta que cada niño es único y debe ser entendido de forma global. Cualquier visión parcial resulta incompleta.
En el terreno de lo profesional, la afectividad está presente en cualquier actividad que se realice en la Escuela Infantil, de manera que no podemos afirmar <Ahora vamos a trabajar la afectividad y el desarrollo afectivo> como si hasta dicho momento no se hubieran trabajado. Más bien, todas las actividades: los juegos y otros momentos de aprendizaje son excelentes oportunidades para desarrollar esta capacidad.
Algunas de las estrategias que podemos usar para favorecer el desarrollo afectivo son:
- Aportar una relación afectiva de calidad en las interacciones educativas del día a día.
- Incluir recursos para trabajar las emociones en la programación de actividades.
- Intervenir y programar el período de adaptación.
- Intervenir de manera específica ante problemas relacionados con el desarrollo afectivo: celos, rabietas, pérdida de seres queridos…
- Intervenir de manera específica con alumnos con necesidades especiales, casos en los que el componente afectivo está especialmente afectado como puede ser en algunos casos de niños con trastorno del espectro autista.
Desde la Escuela Alcazarén, somos conscientes de la importancia del correcto desarrollo socio-afectivo y apostamos por la formación de nuestros futuros educadores en esta área, para que, el día en el que trabajen en centros educativos, contribuyan a que los niños crezcan acompañados de seguridad emocional y afectiva en un entorno de respeto y calidez.
Para cumplir este objetivo, los alumnos de 1º del Grado Superior en Educación Infantil Bilingüe han realizado distintas herramientas visuales para facilitar a los más pequeños la expresión de sus emociones y así darles cauce para que aprendan a comunicar su dimensión afectiva.
Fuente: Desarrollo socioafectivo. Editorial Altamar (2015)